5 de mayo de 2009
por Dr. Mario Marazzi-Santiago
El Instituto dio a conocer hoy los resultados de un estudio realizado sobre la metodología de las estadísticas de mortalidad de Puerto Rico. Las estadísticas de calidad sobre la mortalidad ayudan a salvar vidas, prevenir enfermedades, establecer buenas políticas públicas de salud y son necesarias para el desarollo de estrategias de servicios, tanto en el sector público, como en el sector privado, con y sin fines de lucro.
El año pasado, el Departamento de Salud publicó su Informe de Estadísticas Vitales del 2005, en la cual se observaron cambios grandes en las tasas de mortalidad de varias de las principales causas de muerte, respecto al año anterior. Por ejemplo, de un año para otro, se redujeron considerablemente las tasas de mortalidad de cáncer y diabetes, mientras que a la misma vez subieron súbitamente las tasas de septicemia, pneumonía y influenza. Ver gráfica. Esto llamó mucho la atención, particularmente cuando el National Center for Health Statistics de los Estados Unidos, utilizando los mismos certificados de defunción que les proveyó el Registro Demográfico de Puerto Rico, no encontró cambios grandes en las causas de muerte en Puerto Rico. Como resultado, la Junta de Directores del Instituto decidió que estudiáramos el asunto, para hacer recomendaciones al respecto.
Mediante un acuerdo de colaboración con el Departamento de Salud y el National Center for Health Statistics, y luego de reunirnos en repetidas ocasiones con los colegas del Registro Demográfico, el Instituto encontró que un error de interpretación del sistema de clasificación en el proceso de codificación de las causas de muerte fue responsable por los cambios reportados en las tasas de mortalidad de varias causas de muerte. El trabajo de codificación de causa de muerte es posiblemente una de las operaciones estadísticas más complejas, requiriendo el cumplimiento de extensas y complicadas reglas internacionales y protocolos federales. Las personas que hacen este trabajo en otras jurisdicciones participan anualmente en adiestramientos, donde mantienen al día su conocimiento epidemiológico. Si queremos que Puerto Rico cuente con estadísticas de mortalidad confiables, tenemos que invertir para profesionalizar el trabajo de los codificadores del Registro Demográfico.
El informe completo está disponible aquí.