Disparidad educativa entre los Géneros: Los niños puertorriqueños se quedan rezagados

25 de febrero de 2015

por Orville Disdier

 

Durante una revisión de literatura sobre indicadores de disparidad y desarrollo humano, tuve la oportunidad de leer una historia fascinante sobre una mujer llamada Kakenya Ntaiya, quien a pesar de tener todas las probabilidades en su contra, logró escapar de su villa en Maasai, al sur de Kenya, y completar un doctorado en educación en la Universidad de Pittsburgh. 

De hecho, la doctora Ntaiya ha sido galardonada con diversos títulos y premios, incluyendo entre otros, el Vital Voices Global Leadership Award en el 2008 y el National Geographic Emerging Explorer en el 2010.  Durante su niñez y adolescencia esta mujer tuvo que enfrentarse a constantes abusos y maltratos, en una comunidad que consideraba (y probablemente aún lo hace) a la mujer como un objeto o propiedad del hombre.  Pero Kakenya vio en la educación una oportunidad de cambiar, no solamente su futuro, sino el de otras mujeres de su comunidad.  Gracias al poder de la educación esta mujer fundó un centro educativo que se dedica a empoderar y a motivar a decenas de niñas kenianas con el fin de convertirlas en agentes de cambio.    

 

Esta historia nos recuerda que en nuestro planeta existen decenas de países con una enorme disparidad entre géneros.  Un vistazo a los datos de UNESCO revela que en la mayor parte de los países los estudiantes varones tienen una mayor probabilidad, en contraste con estudiantes del género femenino, de ingresar al último grado de educación primaria y de concluir dicho grado.  De hecho, la revisión de los Índices mundiales de Paridad entre los Géneros (IPG), una medición utilizada para evaluar las diferencias de género en los indicadores de educación, confirma la desventaja de las mujeres en cuanto a las oportunidades educativas se refiere.  No obstante, un estudio reciente realizado por investigadores de la Universidad de Missouri, concluye que las pocas niñas que a nivel mundial acceden a los recursos académicos, demuestran un mejor desempeño en matemáticas y ciencias, así como a la hora de leer, en comparación con el género masculino.       

 

La pregunta que surge entonces es ¿existe disparidad entre los géneros en el aprovechamiento académico de los estudiantes puertorriqueños? Un análisis estadístico preliminar, utilizando los datos del Departamento de Educación de Puerto Rico para el año 2011, comparando el aprovechamiento académico de estudiantes varones versus estudiantes femeninas de grado 11, sugiere que sí.  Las estudiantes demostraron mejores puntuaciones en las Pruebas Puertorriqueñas de Aprovechamiento Académico (PPAA), específicamente en matemáticas, español e inglés.  De igual forma, obtuvieron mejores notas en español e inglés.  Sin embargo, el resultado más interesante quizás, es que las féminas lograron obtener mejores notas en la clase de educación física en comparación con los varones.  Curiosamente, en lo único que los varones parecen superar a las mujeres es en la tasa de abandono escolar.  Estos resultados sin duda colocan a los varones en desventaja ante una sociedad, que cada vez exige mejor desempeño académico, en vías a un desarrollo humano adecuado.  Ciertamente las mujeres aún enfrentan importantes disparidades en nuestras comunidades, como lo es por ejemplo, la segregación ocupacional por género y las diferencias salariales. Pero al mismo tiempo, no debemos permitir que los niños varones se queden rezagados, particularmente en el sistema educativo, en donde se pueden crear y perpetuar las inequidades desde una temprana edad.